Desde pequeños mi madre nos hablaba de aquella creencia de que, cuando el varón come en carderos en lugar de un plato, el día de su boda llueve. Así que, cada vez que asisto a la celebración de algún matrimonio y llueve, suelo preguntar si el novio comía en carderos, donde normalmente los dominicanos preparamos los alimentos al fuego.
Mi hermano pequeño, al cual apodamos Santiago, siempre le ha gustado que le dejen su comida en el cardero. Ya sea avena, arroz, habichuela con dulce, o la masa para preparar la arepa, mi madre siempre se la reserva a mi hermanito en el cardero.
Mi hermano pequeño, al cual apodamos Santiago, siempre le ha gustado que le dejen su comida en el cardero. Ya sea avena, arroz, habichuela con dulce, o la masa para preparar la arepa, mi madre siempre se la reserva a mi hermanito en el cardero.