Un lunes, hace hoy 23 eneros, llegué a este mundo, sin nada, sólo con la piel que cubre mi cuerpo. Sin malicias y un corazón dispuesto a llenarse de el amor de mis padres, que durante mucho tiempo habían planificado mi llegada.
Dicen que el sexo femenino es más fuerte, lucha por sobrevivir, y así fue. Mi madre y yo pudimos burlar la muerte aquel día, 25 de enero de 1988; Dios nos tenía preparado un gran camino por recorrer juntas.
En estos 23 años se que “he vivido”. Los hermosos recuerdos de cada uno de estos eneros me llenan de felicidad y me impiden recordar los malos momentos.
Dicen que el sexo femenino es más fuerte, lucha por sobrevivir, y así fue. Mi madre y yo pudimos burlar la muerte aquel día, 25 de enero de 1988; Dios nos tenía preparado un gran camino por recorrer juntas.
En estos 23 años se que “he vivido”. Los hermosos recuerdos de cada uno de estos eneros me llenan de felicidad y me impiden recordar los malos momentos.